Cuando la mejor opcion es comprar uno nuevo

Imagina que sales de viaje con tu familia, una escapada romántica con tu chica o al trabajo cualquier día de tu vida, imagina que cuando estas llegando a tu destino el coche se para y no vuelve a arrancar por más que lo intentas, imagina que la avería de tu coche es más grave de lo que en principio pensabas. Si eres capaz de imaginarlo es porque es posible que te pase. Y ¿qué hacer cuando pasa algo así? ¿Cómo actuar ante una situación así? La solución es muy simple, lo primero es saber dónde está el problema, que le ha pasado y cuanto nos va a costar.

Lo mejor es dirigirse a un taller para que te hagan un diagnostico y de allí ya tomar la decisión adecuada, si la rotura es cosa de poco en el mismo taller en el que estás seguro que te lo pueden arreglar, si la cosa es más complicada lo mejor es acudir a un centro especializado.

Imagina que lo que se ha roto es el motor, solo de pensarlo se te hiela la sangre en las venas, pero que se le va a hacer, en un desguace pueden ofrecerte con seguridad una solución buena y económica. Buscas en internet sitios como motoresdesegundamano.es y te diriges a él para comprobar si tu sueño de que no sea nada grave se puede cumplir. Es el motor, no hay ninguna duda, te aconsejan cambiar el motor y te ofrecen unos de segunda mano que te salen genial de precio, barajas la opción de comprar uno nuevo, pero te das cuenta de que te saldría más a cuenta comprar un coche nuevo.

Acabas comprando un motor de segunda mano que te instalan en el desguace, someten al coche a una revisión y compruebas con gran placer que tu coche se ha quedado como nuevo, ante tu asombro, el coche va mejor ahora que hace unos meses, y es que no es para menos, le has dado una buena vuelta. Si lo cambias de color seguro piensas que es un coche nuevo, un acierto lo del motor de segunda mano, te has ahorrado unos buenos euros de esos que no te sobran. Ahora imagina que te toca la lotería y estas en el Caribe tumbado en una hamaca bebiéndote un cóctel y viendo el atardecer. Eso sí que es imaginación.