Según el tipo de vehículo, los daños que se producen en el coche pueden ser mayores o menores, por ejemplo no es lo mismo para un híbrido que para uno con motor a gasolina; también depende de si se trata de un automóvil estándar o uno de alta gama. Las reparaciones se hacen necesarias por diversos motivos: abusar del coche, descuidar el mantenimiento y hasta por utilizar combustible o lubricantes de mala calidad.

Algunas piezas pueden resultar mucho más caras de reparar que otras, entre ellas:

Inyectores: con frecuencia los inyectores se dañan por el uso, aunque también es probable que sea por la baja o mala calidad del combustible. Reemplazarlos es caro y aparte la mano de obra tampoco es barata, ya que puede ser bastante laborioso el proceso.

Turbo: es usual que el turbo se averíe por conducir demandando demasiadas revoluciones, falta de engrase, que el aceite contenga impurezas o se sobrecaliente la máquina. Es otra de las piezas que, además de ser cara, se paga buena parte en obra de mano, cuyo trabajo usualmente se llega a tardar alrededor de 8 horas.

Junta de culata: es común que se averíe a causa del sobrecalentamiento del motor y su mal funcionamiento genera una gran cantidad de fallas.

Bomba de combustible: no es extraño que presente problemas por lo delicada que es. El inconveniente suele ser que se rompa; en ocasiones, ello pasa si se pone combustible de mala calidad, porque viene mezclado con agua y/o metal, lo que por supuesto es perjudicial.

Caja de cambios: no es muy frecuente que la caja de cambios se rompa, pero puede ocurrir y es muy caro, tanto repararla como reemplazarla. Al descuidar el mantenimiento del coche o introducir mal una marcha, se corre el riesgo de pasar por este contratiempo.

Correa de distribución: generalmente el problema es que se rompa, sin embargo, el quebradero de cabeza no es por la dificultad de cambiarla o por su precio en sí, sino por los daños que se suscitan en otros componentes como consecuencia de su ruptura.

Bloque motor: la más terrible de todas las averías es que se dañe el corazón del vehículo y peor aún si se trata de un gripado. Es tanta la magnitud, que incluso a veces es mejor reemplazar el motor completo en lugar de repararlo.

Para cualquiera es algo molesto y preocupante tener que lidiar con las reparaciones, sobre todo el tener que conseguir los repuestos que se le soliciten. Una alternativa muy práctica y eficaz es comprar piezas de desguace online, así aparte de ahorrar dinero  también se mitiga el tiempo de búsqueda.