Cuando se toma la decisión de conducir un vehículo se debe estar consciente de la responsabilidad que ello conlleva, más aún si ese medio de transporte se trata, nada más y nada menos, que de una motocicleta, en virtud de que constituye una de las máquinas más vulnerables para trasladarse.
Si bien su sistema es bastante sencillo, esto no implica que se puede bajar la guardia, todo lo contrario, debido a que con el más mínimo descuido se pueden suscitar una serie de acontecimientos lamentables, que van desde pérdidas materiales hasta la muerte de los pasajeros o de cualquier otro desventurado que se haya visto envuelvo en medio del accidente.
En función de lo anterior, hay que tomarse muy en serio varios aspectos a saber:
- Mantenimiento: es algo en lo que insisten mucho los fabricantes de vehículos, no solo de las motos, sino de cualquier máquina automotor. Si los dueños entendieran que invertir en la prevención es mucho más ventajoso que corregir problemas, dejarían de “ahorrar” en la suspensión de los mantenimientos correspondientes. Hay que revisar los manuales para utilizar los productos y recambios con las especificaciones correctas y cumpliendo los lapsos de tiempo o de kilometrajes sugeridos en los mismos.
- Reparación: es ineludible que ocurran fallas, aunque ciertamente algunas seguramente pudieron ser evitadas, pero una vez que se presentan las averías hay que resolverlas sin tardanza, dado que cualquier retraso puede llegar a significar el agravamiento del problema. Además conducir con una irregularidad sería una terrible irresponsabilidad, como se mencionó anteriormente.
- Cumplimiento de las normativas: una de las principales causas de accidentes es el incumplimiento de las normas de tráfico. Así pues, ser respetuoso de las señales, de no sobrepasar los límites de velocidad establecidos, utilizar la indumentaria adecuada, tanto el conductor como el pasajero, resultan claves para no incurrir en faltas que, además de una costosa multa, puede dejar otro tipo de saldo negativo.
En ninguno de los aspectos expuestos se debe escatimar, sin embargo, es posible que la inversión no sea tan elevada. Es cuestión de buscar alternativas para cumplir con las recomendaciones optando por el mercado de segunda mano. Por fortuna, en la actualidad, existen leyes que velan porque los establecimientos que venden artículos usados, certifiquen el buen funcionamiento de los mismos, que garanticen que su uso es seguro.
En Internet es posible encontrar alguna guía de desguaces de motos, que nos ofrezca los datos de contacto de los establecimientos confiables que hay en España.