Todavía puedo recordar a mi abuelo cuando yo era pequeña arreglando un montón de coches, había sido toda su vida mecánico según él desde los ocho años, siempre le había gustado ese mundo y su interés creció aún más la primera vez que su padre le dejó tocar un coche. Él siempre dice que con esa habilidad se nace, que después con el paso del tiempo se van adquiriendo conocimientos pero que no todo el mundo vale para arreglar un coche, para desarmar un motor o para dejarlo impecable. La verdad que se trata de una profesión difícil, por supuesto siempre trabajó de lo que le gustaba, es más no descansaba nunca incluso los fines de semana se dedicaba arreglar los coches de sus amigos, favores que les pedían y que él no los cobraba caros por lo menos no tan caros como si acudieran al taller. Muy pocas veces lo vi arreglado, siempre vestía con su mono azul y con las manos llenas de grasa, recuerdo que mi madre y  mi abuela siempre le estaban regañando, y es que el pobre por más que frotaba era imposible conseguir quitar esa capa de grasa que con el paso del tiempo casi le había hecho costra.

Yo como era muy curiosa me gustaba mucho andar siempre detrás de él, cuando salía del colegio iba a buscarlo para ver que coche estaba arreglando esa vez, tenía un don ya que era capaz de detectar las averías casi a distancia, y de arreglarlas en un tiempo muy corto, el dueño del coche no podía quejarse de que su vehículo pasaba mucho tiempo en el taller, porque no era cierto. Recuerdo que era muy asiduo a utilizar los desguaces, y es que en estos tiempos en los que tan de moda están me hay dado por recordar que el mejor siempre utilizaba piezas de segunda mano, por supuesto siempre las revisaba personalmente nunca mandaba a uno de sus ayudantes. Es por eso que yo a día de hoy cada vez que necesito arreglar mi vehículo no lo pienso dos veces y me pongo en manos de un desguace de coches en asturias que los tenemos de calidad y me quedo con la tranquilidad de saber que al igual que hacía mi abuelo hago yo en estos tiempos que nos lo ponen mucho más fácil.

Es muy complicado llevar la administración de un negocio, ser el gerente de cualquier negocio y tener que llevar la contabilidad y la administración de todo es realmente difícil. Yo me di cuenta cuando entré a trabajar en el hospital de mi ciudad, un gran recinto en el que había que gestionar toda la documentación de los pacientes, las citas pendientes y las que hay que anular, las llamadas telefónicas para dar buenas noticias y las que se hacen para dar malas, un trabajo de mucha responsabilidad en el que las tareas que hay que realizar son de lo más variadas, tan pronto hay que comprar material de oficina, que hay que llamar a mantenimiento para que cambie una bombilla o hay que poner papel en la impresora. Muchas tareas que la verdad se agradece porque te levantan de la silla por unos minutos y eso es algo bueno, ya te distraes, hablas con unos, con otros y se pasa el tiempo más rápido.

Un trabajo de este tipo es muy peliagudo, no puedes cometer ningún fallo con la admisión de os enfermos, las altas y las bajas, las citas y las anulaciones y todo lo que conlleva un hospital. Es un trabajo con mucho estrés para el que todo el mundo no está preparado.

En ocasiones los pacientes se ponen muy nerviosos y acaban enfadados contigo  porque no están de acuerdo con lo que les estás diciendo. Llegaría a decir incluso que en alguna ocasión es hasta peligroso, o por lo menos es lo que yo e percibido en alguna ocasión puntual.
Por lo general es un trabajo muy bueno, te relacionas con muchas personas cada día aunque algunas llevan enfermedades complicadas a la espalda y es muy duro escucharlas contar sus penurias. Una de las cosas que menos me gusta es tener que llamar a las personas que están esperando una operación como de agua de mayo y resulta que les tienes que decir que se ha anulado o retrasado por cualquier motivo. Estas personas en ocasiones, no me gusta generalizar, no saben que tú no tienes nada que ver, que solo estas dando el recado, que no eres la responsable de lo que pasa. Pero en fin, quitando dos o tres cosas es un trabajo muy gratificante y muy enriquecedor del cual estoy muy orgullosa y cada día que pasa me gusta más.

Buscas hacerles una fiesta diferente a tus niños con una temática variada y divertida, entonces organízales una fiesta de disfraces de piratas, seguramente encontraras en el mercado una amplia gama de productos que te permitirán decorar una buena fiesta de piratas, y es que preparar una fiesta de pirata para niños es todo un caso y se requiere una planificación anticipada para completar todos los preparativos y tener una fiesta de primera.

Los piratas son un clásico infantil y es una temática muy versátil ya que puede elegirse para niños y adultos, en la actualidad se ha popularizado mucho el tema gracias a diversas series infantiles como Jake y los piratas del nunca jamás, barba roja, o películas como los piratas del caribe han plagiado el mercado de materiales de decoración de bucaneros, corsarios y busca tesoros, los piratas han llegado para quedarse y ser uno de los temas favoritos para las fiestas temáticas.

En cualquier decoración de pirata es imprescindible el uso de su estampa la bandera pirata con una calavera y dos tibias cruzadas, puedes hacer tu propia bandera pirata tomando un trozo de tela negro y adquiriendo una pegatina de calavera que fácilmente la puedes superponer y con una plancha se transfiere a la tela de esta manera tendrás una bandera de pirata original, algo que no debe faltar son los disfraces de pirata, es importante para que la fiesta sea un éxito que los niños invitados vayan disfrazados, de esta manera se sentirá un verdadero ambiente de pirata.

Los estampados de rayas no deben faltar en las fiestas de piratas, en la decoración no puede faltar otra estampa de los piratas los barcos, estos puedes encontrarlos en diversas tiendas que vendan materiales de decoración de fiestas, sin embargo, puedes realizarlo por tu cuenta y ahorrarte un buen dinerillo, puedes incorporar un barco hecho en Telgopor, o incluso hacer una tarta en forma de barco resulta ideal como complemento de la decoración, además que suelen ser muy llamativas.

Y es que los piratas surcaban los mares en grandes barcazas o fragatas, por esta razón dentro de la decoración de una fiesta de piratas es necesario contar con los barcos como elementos decorativos, también puedes darles a los niños dentro de los cotillones un sombrero pirata, parches, garfios, pelucas e incluso algún loro, la idea es crear el ambiente más propicio de una tripulación pirata, puedes organizar juegos tales como:

  • Colocar un tablón entre dos barriles para que los niños prueben su equilibrio.
  • Organizar una búsqueda del tesoro, donde el premio sea monedas de chocolates y otras golosinas.
  • Contar historias y cantar canciones de piratas.

Como ves la temática de fiesta de disfraces de piratas, posee una amplia gama de productos los que puedes usar para hacer de tu fiesta una celebración inolvidable y los invitados la pasaran muy bien, para los niños será una experiencia única y para ti quedara la satisfacción que los niños quedaron complacidos con la organización de la fiesta.